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Teatro Colón
martes, 1 de noviembre de 2016
Turismo en Tigre
Tan sólo 32
km separan a la ciudad de Tigre del Obelisco. Este rincón de la zona norte de
la provincia de Buenos Aires, representa sin lugar a dudas la historia viva. El
proceso colonizador de estas tierras comienza con la segunda fundación de
Buenos Aires por Don Juan de Garay. En un documento fechado el 24 de octubre de
1580, se deja constancia del reparto de tierras.El nombre del partido proviene
de una vieja historia de cazadores de yaguaretés (tigre americano).
Aparentemente vivía en la región una pareja de cazadores muy famosos por sus
virtudes a la hora de cazar dichos animales.
Delta del
Tigre:A 32 km de la bulliciosa, y siempre efervescente, ciudad de Buenos Aires,
el Delta del Tigre regala un particular encuentro con la naturaleza y la
historia. Aquí, el río Paraná se abre formando su propio delta y una multitud
de canales, arroyos y (otros) ríos se apropian del paisaje. Conocerlo es fácil.
Tomando el Tren de la Costa en la estación Maipú, bordeando el río, se llega a
la estación Delta, una vez allí las alternativas son múltiples. Se puede elegir
entre una excursión a medida o recorrer los canales en una de las lanchas
colectivas que emplean los isleños para desplazarse en su cotidianeidad.
Durante el paseo, puede visitarse un área de islas interconectadas por puentes
y caminos, acercarse a una casita blanca protegida por una gigantesca urna de
cristal que fue propiedad del Presidente Domingo Faustino Sarmiento en el siglo
XIX, visitar las casas de Haroldo Conti en Arroyo Gambado y la de Rodolfo Walsh
sobre el río Carapachay, comer en un típico restaurante ribereño o pasear sin
rumbo fijo entre espléndidos sauces llorones. A la vera del río, se disparan
las opciones: el Parque de la Costa, el casino Trilenium, la villa de Marcos
Sastre, el edificio del Club de Remo conocido como Tigre Hotel, las pérgolas de
la plaza Manuel Belgrano, el Museo Naval de la Nación. Antes del regreso, bien
vale dedicar unas horas para hacer compras en el Puerto de Frutos, un famoso
mercado al aire libre emplazado entre calles vestidas con los colores de
rústicos tejidos, muebles, adornos y accesorios fabricados en caña y mimbre; un
mundo de mostradores donde podrán degustarse deliciosos dulces y mieles
caseras; adquirir flores brillantes y, por supuesto, toda la variedad de frutas
locales.
Fuente de
información:
Isla Martín
García:
La isla Martín García -conocida por la mayor parte de los argentinos
sólo por referencia- está estratégicamente ubicada en el Río de la Plata, sobre
la desembocadura del arenoso río Uruguay. Si bien pertenece a la República
Argentina, se encuentra más cerca del país limítrofe (distante a sólo 3,5
kilómetros de la República Oriental del Uruguay) que del nuestro, del que la
separan casi 35 kilómetros (Puerto del Tigre).Fue descubierta en febrero de
1516 por Juan Díaz de Solís, quien mientras buscaba un paso interoceánico se
topó con el dulce Río de la Plata. Solís, desconcertado por ver un mar tan
grande cuyas aguas no eran saladas sino dulces, lo bautizó, como era de
esperarse, “Mar Dulce” y fue durante estas exploraciones que la isla fue descubierta.En
altamar, muere uno de los tripulantes más queridos. En su honor, la recién
avistada isla fue bautizada como “Martín García”. La isla, a diferencia del
resto de las islas del Delta, es un desprendimiento rocoso del plegamiento
precámbrico del macizo de Brasilia y tiene 1.800 millones de años. Distinto es
el origen del resto de las islas del delta, que se forman por acumulación de
sedimentos provenientes de los ríos Paraná y Uruguay. Posee una superficie de
168 hectáreas y su expansión anual es de 30 a 50 centímetros. Tiene una altura
de 27 metros sobre el nivel del mar y es lo suficientemente húmeda para
albergar una vegetación extraordinaria: allí se encuentran selvas en galería y
la típica flora y fauna del delta, el último coletazo de la selva misionera.La
isla siempre estuvo en el mismo lugar, inmutable. Pero, a diferencia de las
sólo 3 horas que hoy la separan de la ciudad de Buenos Aires, años atrás,
llegar hasta allí no era cuestión de horas sino de días, y de varios días.En la
época de la colonia, el lugar era ideal para albergar a los presos más
peligrosos de la ciudad de Buenos Aires, como así también de la vecina
Montevideo. Nadie podía escapar de ella, ya que allí el Río de la Plata se
vuelve bravo, intolerante y anchísimo, y el Uruguay desagua con tanta fuerza
que es imposible cruzarlo a nado. Quizás por ello, el antiguo penal fue en lo
primero que se pensaba cuando se nombraba a la isla en esa época. Los presos
trabajaban en las canteras de granito (hoy inundadas por una hermosa laguna
llena de plantas acuáticas) y volcaban la producción de adoquines en grandes
carros que, mediante un sistema de rieles, llegaban hasta el muelle de la isla
donde las piedras eran cargadas en los barcos.Estos primeros “adoquines” dieron
origen a las calles de lo que hoy se denomina el casco histórico de la ciudad
de Buenos Aires, sobre todo la calle Defensa, que fue la primera en comunicar
el puerto de Buenos Aires con la Plaza de Mayo o la Plaza del Mercado, como se
la conocía entonces.Pero no sólo presos comunes albergó la isla. El lugar fue
pensado a lo largo de la historia como ideal para mantener incomunicados a
distintos líderes políticos.
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información:
lunes, 31 de octubre de 2016
Barrio Recoleta
La
Recoleta
La
recoleta, deambulando entre la vida y la muerte, con sus lugares sagrados, como
el cementerio, donde residen personajes destacados de la historia Argentina;
Hasta su curiosa vida nocturna, que nace en las adyacencias de este sepulcral
lugar, con sus modernos bares y restaurantes. La cultura se hace presente en
este ancestral barrio, desde sus edificios de antaño, hasta las hermosas
charlas en La Biela, lugar al que frecuentaban iconos de la literatura
Argentina, como fueron Jorge Luis Borges, Adolfo Bioy Casares, Ernesto Sabato
y, también emblemas de nuestro deporte como fueron Juan Manuel Fangio y Jorge
Newbery, entre otros. Desde este hermoso lugar podremos contemplar la plaza
Francia, diseñada por el gran paisajista Charles Thays; como también vislumbrar
la iglesia del pilar, que fue a su vez piedra fundacional de este barrio, ya
que allí se encontraba el convento de los padres recoletos y desde ese entonces
el barrio paso a conocerse como “Recoleta”. El Centro Cultural Recoleta suele
ser otra de las panorámicas de aquel café, este lugar altamente frecuentado por
turistas dispone de un gran abanico en lo que refiere a la cultura, desde el
museo de cine hasta el museo de artes plásticas, entre otros.
En
la intersección de las calles Vicente López y Junín, se alza ante nosotros una
curiosa cascada, que al seguirla nos lleva al moderno Recoleta Mall, donde se
podrá encontrar desde las mejores marcas de indumentaria hasta los mejores
estrenos de la pantalla grande, ya que cuenta con las cómodas butacas de los
cines Village. Y no es el único shopping que se encuentra en la zona, también
podremos encontrar a unas pocas cuadras el Buenos Aires Design, que se
caracteriza por su amplia oferta en lo que refiere a gastronomía, en el cual se
destaca el famoso Hard Rock Café.
En
lo que refiere al polo gastronómico tanto Recoleta como Barrio Norte suelen ser
lugares estratégicos en el mapa de numerosas cocinas de alto nivel, o mismo
también de comidas típicas del país. Numerosos turistas al caminar por las
calles de estos barrios encontraran restaurantes muy conocidos en Capital
Federal, como por ejemplo El club de la milanesa, en el cual podremos disfrutar
de este tradicional plato en todas sus formas; o mismo podríamos disfrutar,
entrada la noche, de una rica pizza en Romario, o tal vez unas empanadas
autóctonas como pueden ser las de Rincón Norteño.
El
Cementerio:
El
Cementerio de La Recoleta debe su fama y renombre mundial a la belleza de su
arquitectura, esculturas, bronces y vitrales y a las destacadas personalidades
que descansan allí: héroes nacionales, ex presidentes, escritores, científicos,
médicos, artistas y deportistas.
En
solo cinco manzanas y media se concentran alrededor de cinco mil bóvedas que
llaman la atención por sus diseños arquitectónicos. Al ser éste el lugar
elegido para el último descanso de la clase adinerada y de importantes
personalidades, sus sepulcros debían contar con el mismo lujo que sus mansiones
palaciegas.
En
la fachada de cada mausoleo encontraremos labrado el nombre de la familia.
Tener como última morada un espacio en este cementerio es un símbolo de status.
Por
eso, es que podemos hablar de “un museo al aire libre”: encontraremos hermosos
trabajos de artistas nacionales y extranjeros: ángeles y otras figuras en
mármol, el bronce usado para retratar difuntos o para adornar las puertas de
las bóvedas repletas de simbologías e imágenes religiosas y la mayor colección
de vitrales del país.
La
bóveda más visitada:
Sin
lugar a dudas, la preferida de los visitantes del Cementerio de La Recoleta es
la bóveda de María Eva Duarte de Perón. Evita fue una activa primera dama del
presidente Perón, impulsora del reconocimiento de los derechos de los trabajadores
y de la mujer, entre ellos el voto femenino (año 1947) y realizó una amplia
obra social desde la Fundación Eva Perón. (Si querés más información sobre
Evita y su obra visitá: www.evitaperon.org).
Las
personalidades destacadas en el cementerio:
Sería
muy extenso nombrarlos a todos y aunque resulte injusto listaremos los que
consideramos más prominentes:
Héroes
nacionales: Brigadier General Juan Manuel de Rosas, General Juan Galo Lavalle,
General Facundo Quiroga, Coronel Federico Brandsen, Brigadier Cornelio
Saavedra, Almirante Guillermo Brown y Coronel Manuel Dorrego.
Ex
presidentes (entre otros): Hipólito Yrigoyen, Domingo Faustino Sarmiento, Julio
Argentino Roca, Carlos Pellegrini, Bartolomé Mitre, Arturo Humberto Illia,
Marcelo Torcuato Alvear y Raúl Ricardo Alfonsín.
Evita
Perón
Escritores:
José Hernández, Adolfo Bioy Casares, Paul Groussac, Victoria y Silvina Ocampo.
Premios Nobel: Luis Federico Leloir y Carlos Saavedra Lamas.
Médicos:
Cosme Argerich, Francisco Muñiz y Guillermo Rawson.
Deportistas:
Luis Ángel Firpo y Martín Karadagián.
Artistas:
Armando Bó, Luis Amadori, Zully Moreno y Blanca Podestá.
Basílica
del Pilar:
Es
una de las obras mas hermosas de la arquitectura colonial. Es el segundo templo
mas antiguo de la ciudad. En 1740 la iglesia tuvo el primer reloj de la ciudad.
Aun puede verse en su frente, fue construido en Londres por el maestro relojero
Thomas Windmill. Funciona mediante un péndulo de 2 metros de largo y se
contrapesa con unas pesas de 10 kilos cada una. Tiene la esfera adherida a una
bola de cemento y un mecanismo de cuerda hecho con sogas comunes, que se
cambian con el desgaste. El nombre de el barrio se debe al Convento de
Recoletos Descalzos, orden franciscana que se estableció en la zona a comienzos
del siglo XVIII.
Esta
iglesia conserva su estilo original barroco. San Ignacio que es anterior solo
conserva de su construcción una torre y la fachada. En 1779 se modificó la
fachada para ubicar el altar de las reliquias y el baptisterio enfrente creando
un atrio cerrado. En 1821 el Gobernador Martín Rodríguez y su Ministro de
Gobierno Bernardino Rivadavia, expulsaron a los frailes de la Recolección
expropiando todos sus bienes, quedando cerrada la iglesia por varios años y en
la antigua huerta se creó el Cementerio de la Recoleta.
Fuente de información:
lunes, 17 de octubre de 2016
lunes, 19 de septiembre de 2016
Barrio La Boca
La Boca es un
barrio de Buenos Aires (Capital Federal), en Argentina. Está situado en el
límite sudeste de la ciudad. Su nombre se debe a que se ubica en
ladesembocadura del Riachuelo en el Río de la Plata. Entre otras razones, el
barrio es conocido por albergar el famoso estadio de Boca Juniors, "La
Bombonera".
La Boca se
caracterizó por ser un barrio de habitantes divertidos, ruidosos y
melancólicos. Hablaban el dialecto xeneixe, el de los genoveses, como si
estuvieran en su tierra. Eran muy trabajadores y solidarios, llegaron a formar
numerosas instituciones de apoyo comunitario, editaron diarios y fundaron clubes
deportivos y culturales. Dada su gran sensibilidad para el arte, en el barrio
han nacido cantores, músicos, poetas y artistas plásticos, muchos de los cuales
han ocupado lugares significantes en el sentir popular.
En este
barrio surgieron y surgen infinidades de artistas y expresiones culturales de
todo tipo. Uno de los más grandes referentes artísticos de La Boca fue el
pintor Benito Quinquela Martín.
El Caminito:
Caminito es
uno de los paseos más emblemáticos de la ciudad y de los atractivos imperdibles
para quienes lo visitan. Con sus conventillos típicos de chapa del barrio de La
Boca, que muestran sus paredes pintadas de distintos colores, es también un
museo a cielo abierto de casi 150 metros de longitud. Su trazado sinuoso se
debe a que sigue el cauce de un arroyo que fluyó hasta principios del siglo XX.
Durante mucho
tiempo formó parte del recorrido del ferrocarril a Ensenada (a una hora de
Buenos Aires) hasta que en 1928 el ramal fue clausurado y la vía se convirtió
en un callejón abandonado.
La Boca es un
barrio de Buenos Aires (Capital Federal), en Argentina. Está situado en el
límite sudeste de la ciudad. Su nombre se debe a que se ubica en
ladesembocadura del Riachuelo en el Río de la Plata. Entre otras razones, el
barrio es conocido por albergar el famoso estadio de Boca Juniors, "La
Bombonera".
La Boca se
caracterizó por ser un barrio de habitantes divertidos, ruidosos y
melancólicos. Hablaban el dialecto xeneixe, el de los genoveses, como si
estuvieran en su tierra. Eran muy trabajadores y solidarios, llegaron a formar
numerosas instituciones de apoyo comunitario, editaron diarios y fundaron clubes
deportivos y culturales. Dada su gran sensibilidad para el arte, en el barrio
han nacido cantores, músicos, poetas y artistas plásticos, muchos de los cuales
han ocupado lugares significantes en el sentir popular.
En este
barrio surgieron y surgen infinidades de artistas y expresiones culturales de
todo tipo. Uno de los más grandes referentes artísticos de La Boca fue el
pintor Benito Quinquela Martín.
El Caminito:
Caminito es
uno de los paseos más emblemáticos de la ciudad y de los atractivos imperdibles
para quienes lo visitan. Con sus conventillos típicos de chapa del barrio de La
Boca, que muestran sus paredes pintadas de distintos colores, es también un
museo a cielo abierto de casi 150 metros de longitud. Su trazado sinuoso se
debe a que sigue el cauce de un arroyo que fluyó hasta principios del siglo XX.
Durante mucho
tiempo formó parte del recorrido del ferrocarril a Ensenada (a una hora de
Buenos Aires) hasta que en 1928 el ramal fue clausurado y la vía se convirtió
en un callejón abandonado.
Fuentes de información:
buenosaires.gob.ar
lunes, 12 de septiembre de 2016
lunes, 5 de septiembre de 2016
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